El tipo de cambio en el 2012


Viendo los datos del día a día, uno podría pensar que en estos tiempos de cambio una de las cosas que menos ha cambiado ha sido el tipo de cambio. Y es que mas allá de lo que parece un trabalenguas, si revisamos la cotización nominal de este indicador, podemos observar que el tipo de cambio respecto al dólar no ha variado desde noviembre de 2011, sin embargo, esta es solo una cara de la moneda, la otra cara de la moneda es el tipo de cambio real.
Lo que los economistas llamamos el tipo de cambio real, a diferencia del tipo de cambio nominal que expresa el precio de una moneda en función de otra, mide el precio de los bienes extranjeros en términos de los bienes nacionales. Explico esto con un ejemplo: supongamos que alguien que se dedica a la industria textil quiere exportar camisetas a los Estados Unidos. Si esa persona solo conoce el tipo de cambio nominal, o en otras palabras, que por cada dólar que tenga va a recibir 6,96 bolivianos, le seria imposible saber si puede o no exportar, ya que esta información no le dice nada acerca de los precios de las camisetas en  Estados Unidos. Por lo tanto, el próximo paso es comparar el precio de las camisetas en ambos países y evaluar si es posible llevar adelante la exportación.
Ahora bien, para simplificar el ejemplo vamos a suponer  que el empresario nacional produce camisetas a 6,96 bolivianos, lo que nos deja tres casos posibles. El primero, el mejor de los casos, es aquel en el que las camisetas en Estados Unidos cuestan dos dólares, lo que significa que por cada camiseta producida en ese país, nuestro empresario puede producir dos. Si la decisión de exportar pasara solo por el costo de producción esto supone que es viable exportar, ya que en términos reales, las camisetas norteamericanas son más caras que las camisetas bolivianas. También es posible que el costo de producción sea de un dólar, es decir 6,96 bolivianos, lo que nos deja en una situación en la que nuestras camisetas no tienen ninguna ventaja respecto a las camisetas norteamericanas y por lo tanto es indiferente exportar o no. Finalmente, si el costo de producir camisetas en Estados unidos es de 50 centavos de dólar, esta claro que en vez de exportar nuestro productor enfrenta un serio problema, ya que los importadores de camisetas verán que es muy rentable importar camisetas del norte.
Esto nos deja la primera conclusión importante: el tipo de cambio real es, en alguna medida, un indicador de competitividad, ya que nos permite observar donde es mas barato producir un determinado bien o conjunto de bienes, y por lo tanto, nos ayuda a determinar el flujo del comercio. Una segunda conclusión, y quizás la mas importante, es que la competitividad de nuestros productos no solo depende de lo que nosotros hagamos, sino que también depende de las medidas de política económica que toman nuestros socios comerciales. En este sentido, Bolivia ha venido registrando una realidad preocupante.
El tipo de cambio real multilateral (que es un promedio ponderado de varios tipos de cambio reales bilaterales) se ha venido apreciando de manera ininterrumpida desde noviembre de 2010, lo que no es otra cosa que decir que hemos venido perdiendo competitividad cambiaria respecto al mundo. Entre enero y junio de este año la apreciación real ha llegado al 3,3%. En otras palabras, los productos bolivianos se han vuelto en un 3,3% mas caros respecto a los productos del resto del mundo, mientras que si observamos los valores en junio de 2012 vemos que estos son 7% mas altos que en el mismo mes del 2011.
La situación es algo más compleja cuando observamos el tipo de cambio real por zonas o países, ya que respecto a Brasil la depreciación real en el primer semestre del 2012 ha llegado al 13,4%, mientras que con Chile la perdida de competitividad cambiaria ha llegado al 3,8%, con China al 3,1% y respecto a la Zona Euro 3,2%. La perdida de competitividad con Argentina llego al 1,4% (que se debe principalmente a la alta tasa de inflación que registra ese país) y con Estados Unidos al 0,2%. Por otro lado, respecto a los productos peruanos  y venezolanos los precios de los productos bolivianos se han abaratado en 1,2 y 4,7% respectivamente.
En definitiva, las condiciones para la producción en Bolivia se están deteriorando. En algunos casos debido a la inflación, en otros (como Brasil) debido a las políticas cambiarias que están aplicando nuestros socios comerciales para hacer sus productos más competitivos. Para empeorar la situación, este problema afecta sobre todo a los sectores no tradicionales de la economía y si bien es cierto que la competitividad depende de muchos factores más que el tipo de cambio (como la productividad de los trabajadores y la coordinación entre la inversión pública y privada por ejemplo), la política cambiaria es uno de los factores que es más accesible para los hacedores política.
Más importante aún, en un momento en el que la volatilidad de la economía mundial sigue en niveles preocupantes y nuestra dependencia de los precios de los commodities se ha acentuado, la necesidad de incentivar la diversificación de nuestras exportaciones  se hace imperiosa. En definitiva, se debe revisar la política cambiaría, en un contexto en el que nuestros socios comerciales están tomando medidas para preservar su competitividad.

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