Lo tangible de la economía digital: Pokémon Go

Primera cifra: un incremento en el valor accionario de algo más del 75%, lo que equivale a un aumento superior a los 13.000 millones de dólares, usando casi exclusivamente tecnologías gratuitas, y esto en sólo una semana.
Segunda cifra: superar en número de usuarios a cualquier empresa de servicios a nivel mundial y quitarle casi 20% del tiempo de atención al medio de difusión más importante en el planeta, para convertirse, casi con seguridad, en uno de los productos más conocidos del mundo, aun cuando inicialmente sólo se pueda usar oficialmente en tres o cinco países.
Tercera cifra: la inversión que requiere no supera los 200 mil dólares.
Dicho así, podría pensar que lo que le planteo es un negocio fantástico e irreal o, en el mejor de los casos, ilícito; pero los datos son correctos, y son los que está obteniendo Nintendo con su aplicación Pokemon Go.
Qué es? Pokémon Go, es lo que muchos llamarían un “jueguito”, lanzado inicialmente para Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda; y recientemente para Alemania y el Reino Unido, pero sin duda es mucho más. Es una aplicación de realidad aumentada, que integra una serie de tecnologías ya existentes, cómo el GPS y la cámara del celular con Google Maps, para que el usuario pueda buscar a los pokemones (una especie de criaturas virtuales) en un entorno real, es decir, buscándolos en lugares que existen utilizando el celular para poder “ver” y coleccionar a estas criaturas.
En principio, esta aplicación no parece traer grandes novedades, sin embargo el furor que ha despertado entre sus usuarios ha sido tal que no sólo ha superado en descargas a aplicaciones como Facebook o Twitter, sino también, y lo que es más importante, en el tiempo de uso, ya que durante la semana pasada Facebook ha reportado una caída promedio del 20% en este indicador en los países donde se puede acceder a Pokémon Go. Por otro lado, en Estados Unidos, a dos días de su lanzamiento, este “jueguito” superó en número de usuarios a Twitter.
Pero la característica más importante, quizás, no viene en las cifras que hemos citado, sino en el hecho de que esta aplicación, como ninguna otra, integra el mundo real con el virtual, o en otras palabras, es hasta ahora, la mayor expresión de hacia donde va economía.
Me explico: imagine usted que uno de los pokemones más exclusivos se encuentra en algún centro comercial. Si esto pasará, tenga por seguro que las ventas en ese centro, aun cuando no todos los buscadores de pokemones consuman, se verán significativamente incrementadas, ya que a diferencia de la publicidad tradicional e incluso de la publicidad on-line (que es mucho más profunda, dado que le llega a usted a partir de sus propias búsquedas y datos), este juego es capaz de llevar a la gente a determinados lugares. El modelo de negocio es obvio, Nintendo puede vender las ubicaciones de los Pokemon (al parecer McDonald’s será la primera multinacional asociada a Nintendo).
Pero esto no sólo se limita a empresas, piense en ciudades o localidades que quieran atraer a turistas (un Pokemon especial en Uyuni por ejemplo), museos o cualquier otra entidad que quiera atraer a gente, las posibilidades son infinitas.
El punto está en que Pokémon Go es hasta ahora la expresión más exitosa de la integración entre lo virtual y lo real, abriendo a las empresas un sin fin de posibilidades para nuevos modelos de negocio, pero también es una expresión de lo tangible de la economía digital, que hasta ahora y en nuestro medio, es muy poco entendida.

Este negocio es posible a partir de un fuerte desarrollo creativo, que, como vimos, no necesariamente se asienta en grandes capitales o niveles de formación académica extremadamente altos, sino una combinación adecuada de estos factores bajo un entorno que, entre otras cosas, no penalice el fracaso, sino que permita que se aprenda de el, algo de lo que Nintendo sabe mucho.

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