La economía de Bolivia: evaluación y perspectivas

1. La economía en el 2013.
Durante el 2013 la economía ha mostrado un crecimiento importante ya que ha sido el más alto de los últimos 10 años y el tercero de Latinoamérica en el 2013[1]. Este crecimiento está apuntalado principalmente por los altos precios de las materias primas y en los crecientes volúmenes de exportación de gas hacia Brasil y Argentina. Al primer semestre el crecimiento del PIB fue del 6,6% y se estima cerrar la gestión 2013 con un crecimiento del 6,5%.
En este contexto, todas las actividades mostraron comportamientos positivos, aunque la magnitud de los mismos fue heterogénea. Así, al igual que en los últimos años, el IGAE[2], hasta el tercer trimestre del 2013, muestra que los hidrocarburos tuvieron un crecimiento del 20,3%, casi 11 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del 2012, los servicios financieros mostraron un crecimiento del 15,1% al final de septiembre, cuatro puntos porcentuales menos que en el mismo periodo del 2012 y la construcción, con un crecimiento del 7,5%, dos puntos porcentuales menos que en septiembre del 2012.
Esta reducción en el ritmo de crecimiento de estos dos últimos sectores se explican, en primer lugar, por la aplicación de sobretasas  a los impuestos sobre las utilidades del sector financiero, junto con el tratamiento y aplicación de una nueva normativa que apunta principalmente a la regulación de las tasas de interés y cambios en las condiciones de acceso al crédito para vivienda y el sector productivo. Este hecho, al parecer, afectó las expectativas de agentes y, pese a que en lo que va del 2013 los créditos para construcción se incrementaron en aproximadamente un 15%, la dilatación en las sus decisiones para llevar adelante sus proyectos de construcción repercutieron en la reducción del dinamismo del sector.
Si analizamos el crecimiento del PIB, por el lado del gasto, es el consumo de las familias (que hasta el primer semestre del 2013 ha tenido un crecimiento del 6,6%, 2,6 puntos porcentuales más que en el 2012) y la inversión (con un crecimiento del 8,9% en el mismo periodo) los que siguen impulsado el crecimiento de la economía. Por su lado, el consumo del gobierno ha mostrado un crecimiento del 4,8%. En conjunto el gasto en estas tres áreas explica 5,83 puntos de los 6,5 puntos porcentuales de crecimiento.
A partir del extraordinario desempeño del sector de los hidrocarburos, los ingresos del gobierno general se incrementaron, en términos reales, entre enero y octubre un 15,0%, mientras que en el mismo período de 2012 estos habían crecido en 17,9%. El Impuesto a la Venta de Moneda Extranjera (IVME) y la alícuota adicional al Impuesto a las Utilidades aplicado al sector financiero (ambos aprobados en 2012) contribuyeron al incremento en los ingresos tributarios, que entre enero y octubre crecieron un 13,0% con respecto al mismo periodo del 2012. Hay que destacar que los ingresos por hidrocarburos se incrementaron un 20,7%.
En lo que respecta a la inflación, ésta ha mostrado un repunte, ya que entre enero y noviembre, el crecimiento en el IPC fue del 6,4%, mientras que en el mismo período del 2012 la inflación había sido de solo 3,9%. Este incremento en las presiones inflacionarias esta explicado, en principio, por la revisión de las tarifas de transporte público que se ha llevado adelante en algunas ciudades capitales durante el primer trimestre del año, la reducción de la producción de bienes de consumo de primera necesidad, como la papa y el tomate, debido a factores meteorológicos y la política de incremento salarial, que en abril del 2013 estableció un incremento a la masa salarial del 8% y del 20% sobre el salario mínimo, impulsando las expectativas de los agentes.
En lo que respecta a las exportaciones, estas no han alcanzado los ritmos de crecimiento del 2012, donde se había registrado un valor de algo más de 11.000 millones de $us, ya que hasta el tercer trimestre de 2013 se había alcanzado los 9.064,9 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 8% respecto al mismo periodo del 2012 y que permite suponer que durante todo el año se llegará a superar el valor de 2012 pero no en las magnitudes esperadas.
Esto porque las expectativas de crecimiento para las exportaciones, a principios de año, estaban en el orden del 15%, lo que suponía un valor cercano a los 13 mil millones de $us.  Los sectores que más aumentaron el valor de sus exportaciones fueron los hidrocarburos, que hasta el tercer trimestre del 2013 alcanzaron exportaciones por un valor de 4.601 millones de $us., un 18% más que en el mismo periodo del 2012 y la soya, con exportaciones por 885,6 millones de $us., mientras que en el mismo periodo del 2012 se había alcanzado 777,3 millones de $us.
Por su parte, los sectores que declinaron sus exportaciones fueron los relacionados a la minería (por la continua tendencia decreciente en los precios), maderas y manufacturas que hasta el tercer trimestre del año, cayeron un 8% en términos de valor y un 19% en volumen respecto a similar periodo del 2012, mientras que las confecciones textiles experimentaron una caída de 12 y 16% en términos de valor y volumen respectivamente.
Adicionalmente, un factor al que llama la atención por la alta dependencia que representa respecto a algunos productos, es la composición de las exportaciones, ya que el gas explica más del 50% de estas, seguido de lejos por la soya, con ventas al exterior por 885,6 millones de dólares, equivalentes al 9,8% del total de las exportaciones y la plata, con exportaciones por 765,2 millones de dólares (8,2% sobre el total de las exportaciones), lo que en conjunto representan 68,1% del total de las exportaciones. Esto significa que es necesario, hacia el 2014, un mayor esfuerzo de promoción para las exportaciones de bienes no tradicionales.
Las importaciones, por su lado, han alcanzado, hasta el tercer trimestre, los 6.618,2, un 12,5% más que en el mismo periodo del 2012, cuando se habían registrado importaciones por 5.885,2 millones de $us. Del total de las importaciones realizadas en el 2013 el 29,3% (1.939,1 millones) corresponden a suministros para la industria, el 18,8% (1.244,2) a bienes de capital y un 10,4% (688,3 millones) a combustibles líquidos (por lo que casi 60% de importaciones están siendo destinadas al sector productivo)
Las Reservas Internacionales Netas (RIN), a finales de noviembre, han alcanzado los 14.228 millones de dólares, cifra que representa casi el 50% del PIB y una de las más altas de la región. Esta acumulación de reservas se debe en su mayoría al fuerte flujo de divisas por exportaciones de gas, minerales y remesas de trabajadores bolivianos en el exterior. Un dato que hay que observar es la reducción de la velocidad de crecimiento de las mimas, lo que se debe en gran medida a la caída del precio del oro, que ha representado una reducción de algo más de 562 millones de $us en el valor de las mismas durante todo el 2013, así como los desembolsos hechos por el BCB a YPFB, el FINPRO y otros.
El tipo de cambio nominal se ha mantenido fijo durante todo el 2013, sin embargo el tipo de cambio real, que es una medida del precio de los bienes bolivianos en comparación con los precios de bienes extranjeros similares, se ha apreciado en el orden del 6% durante los primeros siete meses del 2013. Esto implica una pérdida de competitividad cambiaria que se explica en primer lugar por las presiones inflacionarias internas, pero también por la aplicación de políticas devaluacionistas por parte de varios de nuestros socios comerciales.
Los indicadores en el sector financiero muestran que los depósitos, a finales de noviembre del 2013, alcanzaron los 14.564 millones de $us, lo que representa un crecimiento en las captaciones durante el año del 11%, de los cuales un 75% se encuentra en moneda nacional. Las colocaciones alcanzaron los 12.331 millones de $us, (85% de ellos en moneda nacional) representando un crecimiento de 1.832 millones de $us en lo que va del 2013, equivalentes a un crecimiento del 17,5%.  
2. Perspectivas para el 2014.
Las estimaciones, tanto oficiales, como de la CEPAL y del FMI, para el crecimiento de la economía boliviana en el 2014 giran en torno al 5,4 y 5,6%, lo que implica una desaceleración con respecto al 2013 pero que sitúan al país dentro de las economías que más crecerían el próximo año, lo que se explica principalmente por dos factores. En primer lugar, la diminución del crecimiento de economías como la de China, India y la debilidad de la reactivación en la Zona Euro y Estados Unidos, lo que junto con el cambio en los fundamentos de crecimiento que están llevando adelante las economías emergentes, como China e India, de economías exportadoras hacia economías basadas en el consumo interno, plantean un deterioro en las condiciones de precios que enfrentarán los sectores de la minería (de nuevo) y agrícola.
En segundo lugar, el cambio en la política monetaria expansionista de la Reserva Federal de Estados Unidos, comenzando un giro leve y paulatino hacia la contracción de las inyecciones de liquidez, que repercutirá al alza en las tasas de interés de los bonos e instrumentos financieros en el mundo, lo que a su vez impactara en economías como la boliviana por dos canales, ya sea a través de las mayores tasas de interés, que repercutirán en el servicio de la deuda por las emisiones de bonos soberanos que ha estado llevando adelante el gobierno central, o a través de las preferencias de los inversionistas, quienes hasta el 2013 se habían refugiado en las compras de materias primas, elevando la cotización de las mismas y beneficiando así a economías exportadoras de materias primas como la boliviana, por lo que la reducción de las inyecciones monetarias de la FED empujaran a la baja a los precios de los commodities.
En este contexto, se prevé que los ingresos fiscales de Bolivia sufran una reducción, lo que junto con el sostenido incremento de los gastos (en el 2013 crecieron un 17%), reducirán el espacio fiscal y el margen del superávit comercial. Además, las expectativas inflacionarias se verán profundizadas a partir de la aplicación del “doble aguinaldo”, que representa una introducción de circulante, tanto en diciembre del 2013 como en febrero de 2014 y el incremento salarial correspondiente a la gestión 2014, lo que obligará al Banco Central a llevar adelante medidas contractivas más profundas, ralentizando el desempeño económico.
Adicionalmente, el ambicioso programa de inversión publica, que para el 2014 está presupuestado en el orden de los 6.000 millones de $us, junto con la esperada expansión del crédito para viviendas sociales, a partir de la aplicación de la nueva ley de servicios financieros, sugieren que el incremento en las presiones inflacionarias continuará en el 2014.
Esto podría empujar también a mayores presiones sobre el tipo de cambio nominal que, habiendo estado fijo desde finales del 2011, empieza a mostrar un rezago considerable respecto a otras monedas. Un ejemplo de esto es lo que sucede con Argentina, país que está enfrentando serios problemas cambiarios, los cuales han repercutido, como ya se ha mencionado, en las exportaciones bolivianas de manufacturas hacia ese país.

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[1] FMI, Regional Economic Outlook UPDATE, Octubre de 2013
[2] El Índice Global de Actividad Económica (IGAE), es un indicador de corto plazo que muestra la evolución de la actividad económica en el país y por lo tanto está sujeto a revisión.

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