Lo que interesa de las tasas de interés.
Durante estos últimos días se ha
dado a conocer uno de los principales objetivos con la nueva ley de bancos: el
control de las tasas de interés. El argumento es “democratizar el acceso al
crédito”, lo que en primera instancia parece loable y bien intencionado. Pero permítame
recordarle que el camino al infierno esta empedrado de buenas intenciones.
Bolivia ha sido uno de los países
lideres en la región en regulación bancaria, gran parte del éxito de nuestro
sistema bancario se ve en la ausencia de créditos a parientes o amigos de
gerentes de bancos por sumas exorbitantes (a los que estuvimos
muy acostumbrados por mucho tiempo). Se ve en el crecimiento del propio sistema, que ha pasado
de atender en algunas pocas ciudades, a cubrir una gran parte (aunque aun falta
bastante) del territorio nacional.
Pero donde realmente se observa el
éxito del sistema financiero es en el extraordinario desempeño de las microfinanzas que si bien, mas allá del mito, no siempre llegan a los mas pobres,
permiten que muchos agentes que antes estaban fuera del sistema, hoy por hoy
puedan acceder a créditos para emprendimientos (o consumo), que a juzgar por
las bajas tasas de mora, son bastante redituables (o preferibles) para estas
familias. Y aquí esta todo el punto al que quiero llegar: la libertad que el
sistema bancario tiene para determinar la tasa de interés es el elemento clave
para el éxito de este sistema. Me explico: la tasa de interés, como cualquier
precio en la economía, transmite información vital para que el sistema funcione. En este caso, las tasas de interés reflejan el costo de
oportunidad, los costos administrativos y el riesgo que tiene cada entidad
financiera al momento de hacer un préstamo.
El costo de oportunidad no es otra
cosa que el hecho que por cada prestamista existen varios interesados en
recibir préstamos, cada uno de ellos en diferentes condiciones y necesidades, y
por lo tanto, disposiciones a pagar cierto interés. A su vez, el dinero no solo
puede prestarse, también puede invertirse en otra actividad o en ultima
instancia, quedarse abajo del colchón de sus dueños. En este sentido, quien
quiera recibir dinero prestado “compite” contra los retornos que ese dinero
podría obtener si se lo da a otros prestatarios o se lo coloca en otras
actividades.
Los costos administrativos no solo
están relacionados a la eficiencia de la entidad financiera, también están
relacionados al segmento de mercado al que se dirigen. Por ejemplo, hacer 10
prestamos de 1000 bolivianos cada uno es mucho mas caro que hacer 1 préstamo de
10000, lo que significa que las entidades financieras que se abocan a los
segmentos mas pobres (esos que reciben los prestamos de 1000 bolivianos) son
también las que tienen costos operativos mas altos. Finalmente, el riesgo que
cada uno de los prestamistas corre también debe tomarse en cuenta: deudas más
riesgosas deben pagar un poco mas (he ahí el porqué de que los créditos
hipotecarios sean más baratos que los de consumo por ejemplo).
Ahora bien, dicho todo esto, queda
claro que determinar la tasa de interés no es una tarea simple, si es demasiado
baja puede implicar que mucha de la gente que requiere prestamos mas riesgosos,
mas pequeños o con alto costo de oportunidad, pueden quedar fuera del sistema
financiero, lo que significa que tendrán que recurrir a los que si pueden
acceder pero que obviamente les cobraran un cargo extra (usura) por ayudarlos a
conseguir dinero.
Así que cuando le digan que van a
democratizar el acceso al crédito, controlando las tasas de interés, póngase a
pensar si es de verdad el camino correcto para lograr que los más pobres,
aquellos que requieren préstamos más pequeños, costosos y muchas veces más
riesgosos, sean los que en verdad se beneficien. Personalmente creo que mas
bien terminara convirtiéndose en un desajuste del sistema de precios (de
información) que ofrece el mercado, dejando a los mas pobres en manos de
usureros que se aprovecharan de los pésimos incentivos que una medida “bien
intencionada” puede causar.
Articulo publicado en el periódico digital Oxigeno Bolivia
Articulo publicado en el periódico Página Siete
Articulo publicado en el periódico digital Oxigeno Bolivia
Articulo publicado en el periódico Página Siete
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