La brecha salarial en Bolivia
Hoy, 1 de mayo, me pareció interesante revisar uno de los puntos que más atención ha estado recibiendo en el ámbito laboral en los últimos meses: la brecha salarial entre hombres y mujeres. Para eso utilicé los datos de la Encuesta de Hogares del 2012 (la última disponible) para el área urbana del país y sólo tomando en cuenta a la población ocupada.
Como se muestra en el gráfico, el salario promedio por hora de los hombres suele ser entre 20 y 40% más alto que el de una mujer a un mismo nivel educativo, algo, lamentablemente, esperado y en línea con lo que sucede a nivel mundial. Ahora bien, esta diferencia tiende a caer cuanto mayor grado de educación alcanzan las mujeres e incluso, en la muestra utilizada, esta diferencia tiende a invertirse en los niveles educativos más altos, lo que podría explicar el porqué de la gran demanda de post-grados que solemos ver en la actualidad, pero también nos muestra la respuesta, aunque obvia, para reducir esta brecha: educación, educación y más educación.
En segundo lugar, el salario promedio no cambia significativamente, tanto para hombres como para mujeres, hasta alcanzar al menos los 16 años de escolaridad, algo a tomar en cuenta cuando se habla por ejemplo de la falta de técnicos en el mercado nacional, ya que si suponemos que la valoración social de las actividades técnicas se refleja en los salarios pagados, está claro que esta no es lo suficientemente alta como para incentivar a los jóvenes a incursionar en áreas técnicas y nos lleva a complementar la conclusión anterior: educación sī, pero educación de calidad.
Finalmente, la diferencia salarial entre alguien con 20 años de escolaridad y alguien con 5, 8 o 10 es de tan sólo 2,5 veces. Esto obviamente se ha logrado a través de mecanismos como los topes a los salarios en el sector público o los incrementos salariales inversamente proporcionales, que han incidido también en los salarios del sector privado, principalmente en sus niveles intermedios.
Aunque probablemente el fundamento de este tipo de medidas esté relacionado al logro de una sociedad más "igual", el problema está en los desincentivos que esto representa para buscar mayor y mejor formación, haciéndonos a mediano y largo plazo menos competitivos y por lo tanto menos preparados para lograr procesos de desarrollo sostenible, que como se ha mostrado una y otra vez, suelen estar apuntalados por un tipo de capital muy escaso y difícil de lograr: el capital humano.
Obviamente la discusión debe ser más profunda, sin embargo, en un día como hoy, donde los anuncios pasan por medidas que tienden a proteger a los ya (pocos) asalariados, me pareció buena idea abordar temas laborales que no suelen estar en la agenda política.Dicho eso, un saludo a todos los trabajadores en su día.
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